¿Todos los envíos tienen que ser urgentes?
El transporte ha operado durante años bajo la premisa de que la rapidez es el factor más valorado por cargadores y consumidores a la hora de recibir un envío. Sin embargo, un reciente informe de la consultora McKinsey apunta a un cambio sustancial en las preferencias de los clientes. Según sus conclusiones, la velocidad ha dejado de ser el criterio más importante en una entrega, mientras que ganan peso conceptos como la fiabilidad, el coste, la flexibilidad y la sostenibilidad.
Este nuevo escenario plantea preguntas relevantes para quienes diseñamos y prestamos servicios de transporte. ¿Tiene sentido seguir operando bajo la lógica de que todas las entregas son urgentes? ¿Cómo deben adaptarse las redes de transporte a las prioridades actuales de los clientes? ¿Qué margen hay para replantear el equilibrio entre rapidez, eficiencia y calidad?
Uno de los datos más reveladores del informe es que la velocidad de entrega, que en 2022 ocupaba el primer lugar en la escala de prioridades de los consumidores, ha descendido hasta el quinto puesto. Hoy, el 90% de los encuestados afirma estar dispuesto a esperar dos o tres días por su pedido, especialmente si eso implica evitar costes adicionales de envío.
Por tanto, el consumidor medio ya no parece esperar inmediatez, sino un mayor equilibrio. Y está dispuesto a ajustar sus expectativas si el servicio que recibe es fiable y más accesible económicamente, tal y como detectamos en este artículo sobre la evolución del modelo “just in time” a la estrategia “just in case”.
El coste de las entregas importa más que nunca
Una de las grandes conclusiones del documento es la importancia del precio. Solo el 5% de los encuestados prioriza la opción de entrega más rápida sin tener en cuenta el coste, lo que deja entrever que el escenario de la urgencia absoluta responde a una minoría de casos concretos y no al comportamiento habitual del consumidor.
Desde McKinsey consideran que esta tendencia es especialmente relevante teniendo en cuenta el contexto actual del transporte, con costes logísticos al alza (combustible, mantenimiento, personal, infraestructura…), en el que el modelo de entregas aceleradas y personalizadas para todos los envíos se vuelve cada vez menos sostenible, tanto económica como operativamente.
La fiabilidad supera a la rapidez
Tal vez el punto más significativo del informe sea la creciente valoración de la fiabilidad. Los clientes se muestran dispuestos a aceptar plazos de entrega más largos si eso garantiza que el pedido llegará cuando se ha prometido. De hecho, muchos consumidores prefieren aceptar plazos más largos si con ello se garantiza que el envío llegará en la fecha comprometida, antes que arriesgarse a una entrega más rápida pero incierta.
A esto se suma el creciente interés por disponer de información precisa sobre el recorrido del envío. La propia consultora realizó un hallazgo muy interesante en otro informe publicado a finales de 2023, en el que mostró que los consumidores priorizan contar con un seguimiento preciso de la entrega, por lo que concluían que la fiabilidad podría ser más importante que la rapidez de la entrega. Según sus resultados, en Alemania, por ejemplo, a los clientes les interesaba, sobre todo, saber exactamente cuándo llegará su envío y se mostraban dispuestos a pagar una prima más alta por un servicio que les permite rastrear su envío y les proporciona información precisa sobre su llegada.
El seguimiento también adquiere protagonismo en el informe de 2025: aproximadamente la mitad de los consumidores realiza un seguimiento activo del envío para asegurarse de que avanza según lo previsto.
Más allá de la puntualidad, los usuarios valoran también la posibilidad de adaptar la entrega a su conveniencia. Más del 70% considera importante poder programar la franja horaria de recepción. Estas preferencias abren la puerta a un enfoque más matizado en los servicios logísticos, donde el valor se construye no tanto sobre la inmediatez como sobre la capacidad de adaptación a los diferentes perfiles de destinatario.
Más atención a la sostenibilidad de los envíos
El informe también muestra una mayor disposición a valorar la sostenibilidad en los envíos. Más del 35% de los encuestados está dispuesto a pagar una pequeña cantidad adicional si eso permite una entrega más respetuosa con el medioambiente. En este sentido, ofrecer servicios logísticos más eficientes, con rutas optimizadas y entregas agrupadas, no solo es positivo para la cuenta de resultados, sino que también responde a una expectativa creciente por parte de la sociedad.
Por qué el plazo de 48 horas aporta el equilibrio entre eficiencia y servicio
“Durante mucho tiempo se ha asumido que la rapidez era sinónimo de calidad. Pero los datos dicen otra cosa. Hoy los consumidores valoran más la fiabilidad, el precio y la transparencia. Y ahí es donde las redes de transporte tenemos mucho que aportar, ofreciendo un modelo que sea rentable para las empresas de transporte y competitivo para las usuarias de estos servicios”, señala José Antonio Mangas, CEO de Red & Pallets.
En Red & Pallets hemos encontrado este equilibrio gracias a un servicio en 48 horas, con el que podemos lograr eficiencia operativa, estabilidad para los transportistas y una respuesta a las necesidades reales de los clientes. “Este plazo nos permite planificar mejor las rutas, optimizar la carga de los vehículos y reducir el número de viajes necesarios, lo que se traduce en menores costes, mayor control sobre los tiempos de tránsito y un impacto ambiental más bajo. Además, nos está abriendo la puerta a un volumen creciente de empresas que no exigen urgencia, pero sí esperan un servicio previsible, flexible y con garantías”, concluye José Antonio Mangas.
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